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Aquí tienes el enlace para leerte esta historia desde el principio: Diario de una Fucsia
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Si por lo contrario, estás aquí porque has elegido un final de CÓMICO sigue leyendo, y disfruta de tu final:
Me puse guapísima para ir al cumpleaños de Sonia, y justo cuando estaba a punto de salir me bajó la regla.
Mierda, no la esperaba...
Fui a toda prisa al lavabo a ponerme un salvaslip, y eché unos cuantos tampax en mi bolso.
Iba vestida muy mona con una faldita fucsia de vuelo, y un top con cuello de barca negro.
Llegué al local que había elegido la cumpleañera, era muy bonito con decoración estilo hawaiano. Luces bajitas, y muchas figuras, la mar de interesantes.
Nos pedimos un par de coctels con nombres muy divertidos, y cuando nos los trajeron nos quedamos admiradas de los vasos que eran figuras, y sacaban humo, y de las cañas larguísimas que llevaban...
Los cocteles estaban cargados como el demonio porque con un par de sorbos empezaron a subir, pero con ese sabor dulce la verdad que ni lo notabas...
Salimos del local un poquito achispadas, y fuimos para el bar de siempre, donde ante mi asombro vi en una de las mesas a dos parejitas, Estela y Ricardo, y Pablo y Mario.
Por lo visto, ahora quedaban los cuatro, por eso Estela ya pasaba de mi, ahora tenía nuevos amigos...
Me dirigí hacia la mesa, aunque me parecía muy feo que ahora fueran todos tan amigos y me dejaran a mi de lado, me pareció que lo mejor era que Estela supiera la verdad sobre su marido, y así poder actuar en consecuencia.
Cuando me quedaban dos metros para llegar vi la mirada atónita de los cuatro cuando vieron que me acercaba, y a la vez noté como mi salvaslip se escapaba de mis braguitas para caer en cámara lenta al suelo.
Donde lo recogió un camarero, entregándomelo a la vez que exclamaba: - Joder, joder que puto asco!
Creo que fue el momento más vergonzoso de mi vida, los cuatro intentaron aguantar la risa, pero era imposible, no los culpo...
Le dije a Estela que tenía que hablar con ella, que solo era un minutito, aceptó intentando parar sus carcajadas contagiosas, tanto, que hasta me la estaba pegando a mi.
Tiré el salvaslip en la primera basura que me encontré.
No le pedí explicaciones de porque ahora quedaban en parejitas con mis dos ex, simplemente me centré en contarle lo de su marido.
Se quedó alucinada, pero me dijo que le daba igual, que estaba enamorada de Ricardo, y que se iba a ir a vivir con el a Cuba.
Me pareció muy bien por ella, y volví a entrar para estar con Sonia, al menos Estela ya sabía la verdad, y ahora ya lo que hiciera era decisión suya...
Ante mi sorpresa, cuando volví Sonia se había sentado en la misma mesa que ellos y para no hacer el feo, yo también tuve que sentarme allí.
La verdad que lo pasé bien, sobretodo cuando dejaron de reírse de que se me cayera el salvaslip...
Fue una sensación rara, porque estábamos todos allí como si no pasara nada, como si fuéramos 3 parejitas, y como si fuera normal ver a mis dos ex morreándose...
No sé bien como pasó, pero entre la mezcla de cocteles, de gin tonics, y todo lo que llegamos a beber, y la verdad tengo una ligera sospecha de que Sonia nos metió algo en la bebida también...
Total que al día siguiente nos despertamos los 6 en una cama de hotel, completamente desnudos, y con muchas lagunas sexuales, donde lo único que recuerdo es el eco de un pensamiento mio, que dictaba así:
Ay mami, mami que será lo que tiene el negro...
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Me puse guapísima para ir al cumpleaños de Sonia, y justo cuando estaba a punto de salir me bajó la regla.
Mierda, no la esperaba...
Fui a toda prisa al lavabo a ponerme un salvaslip, y eché unos cuantos tampax en mi bolso.
Iba vestida muy mona con una faldita fucsia de vuelo, y un top con cuello de barca negro.
Llegué al local que había elegido la cumpleañera, era muy bonito con decoración estilo hawaiano. Luces bajitas, y muchas figuras, la mar de interesantes.
Nos pedimos un par de coctels con nombres muy divertidos, y cuando nos los trajeron nos quedamos admiradas de los vasos que eran figuras, y sacaban humo, y de las cañas larguísimas que llevaban...
Los cocteles estaban cargados como el demonio porque con un par de sorbos empezaron a subir, pero con ese sabor dulce la verdad que ni lo notabas...
Salimos del local un poquito achispadas, y fuimos para el bar de siempre, donde ante mi asombro vi en una de las mesas a dos parejitas, Estela y Ricardo, y Pablo y Mario.
Por lo visto, ahora quedaban los cuatro, por eso Estela ya pasaba de mi, ahora tenía nuevos amigos...
Me dirigí hacia la mesa, aunque me parecía muy feo que ahora fueran todos tan amigos y me dejaran a mi de lado, me pareció que lo mejor era que Estela supiera la verdad sobre su marido, y así poder actuar en consecuencia.
Cuando me quedaban dos metros para llegar vi la mirada atónita de los cuatro cuando vieron que me acercaba, y a la vez noté como mi salvaslip se escapaba de mis braguitas para caer en cámara lenta al suelo.
Donde lo recogió un camarero, entregándomelo a la vez que exclamaba: - Joder, joder que puto asco!
Creo que fue el momento más vergonzoso de mi vida, los cuatro intentaron aguantar la risa, pero era imposible, no los culpo...
Le dije a Estela que tenía que hablar con ella, que solo era un minutito, aceptó intentando parar sus carcajadas contagiosas, tanto, que hasta me la estaba pegando a mi.
Tiré el salvaslip en la primera basura que me encontré.
No le pedí explicaciones de porque ahora quedaban en parejitas con mis dos ex, simplemente me centré en contarle lo de su marido.
Se quedó alucinada, pero me dijo que le daba igual, que estaba enamorada de Ricardo, y que se iba a ir a vivir con el a Cuba.
Me pareció muy bien por ella, y volví a entrar para estar con Sonia, al menos Estela ya sabía la verdad, y ahora ya lo que hiciera era decisión suya...
Ante mi sorpresa, cuando volví Sonia se había sentado en la misma mesa que ellos y para no hacer el feo, yo también tuve que sentarme allí.
La verdad que lo pasé bien, sobretodo cuando dejaron de reírse de que se me cayera el salvaslip...
Fue una sensación rara, porque estábamos todos allí como si no pasara nada, como si fuéramos 3 parejitas, y como si fuera normal ver a mis dos ex morreándose...
No sé bien como pasó, pero entre la mezcla de cocteles, de gin tonics, y todo lo que llegamos a beber, y la verdad tengo una ligera sospecha de que Sonia nos metió algo en la bebida también...
Total que al día siguiente nos despertamos los 6 en una cama de hotel, completamente desnudos, y con muchas lagunas sexuales, donde lo único que recuerdo es el eco de un pensamiento mio, que dictaba así:
Ay mami, mami que será lo que tiene el negro...
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