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Los últimos acontecimientos hacían que la paciencia de Bella tocase a su fin.
Llegó a la difícil conclusión de que el príncipe azul no existía.
Maldijo a Walt Disney (que en su gloria esté) y se preguntó como un hombre podría haber escrito tales cuentos infantiles. No le quedó otra opción que considerar que Walt Disney era homosexual, no había otra explicación posible.
Después del gran descubrimiento, y del gran despertar que había tenido cegada a Bella tanto tiempo, decidió que lo mejor era no desesperarse y vivir la vida sin preocuparse del futuro (que fácil era decirlo).
Como no, decidió marcharse de la estresante y ruidosa ciudad y se fue al pueblo donde vivía su familia paterna, donde había pasado tantos, tantos veranos, tantos, tantos calimochos.
Una vez instalada, y en una de esas típicas comidas familiares, la belleza de Bella dejó atónito a su primo, como se suele decir: "Cuanto más primo, más te la arrimo...", pues eso.
El primo de Bella era como una Bestia, tenía pelos por todo el cuerpo, incluida una gran manta en la espalda, ideal para las noches de invierno. No olía demasiado bien, trabajaba en el campo a diario, y sus manos llenas de callos podían servirte para exfoliarte la piel. Como diría el padre de Bella: "El hombre y el oso cuanto más peludo, más hermoso".
No se sabe muy bien como, ni porque pero Bella acabó enamorándose de su primo.
Nunca sabremos que fue que hizo para que un pueblerino con bastoncillo en la boca enamorara a nuestra apreciada protagonista, de hecho científicos de todo el mundo se acercaron a observar tal acontecimiento y no supieron encontrar una razón lógica.
Cabe destacar que el primo de Bella tenía un corazón de oro que resaltaba más que su escasa belleza.
Y así fue como Bella encontró a su ansiado príncipe azul, cuando menos lo esperaba... no era lo que se había imaginado, ni siquiera como había planeado en sus sueños, pero nunca más se planteó cambiarlo.
Muchas almohadas empapadas de lagrimas en las noches de soledad, muchos sapos besados, muchas oportunidades a chicos que no las merecían...
A veces nos pasamos la vida buscando algo, que simplemente cuando tiene que pasar, pasa, y casi siempre es cuando menos te lo esperas, o cuando ya has tirado la toalla.
Hoy en día no luchamos por nada y perdemos mucho.
Bella al final consiguió su príncipe, no sabemos si tuvieron hijos tontitos como se suele decir, o quizás es una leyenda urbana que se inventaron nuestros abuelos para que no nos enrollaramos con nuestros primos, lo que si que sabemos que aunque no todo fue de color de rosa, los dos lucharon siempre para permanecer unidos. Y así fue.
Fin.
Consejo de Bella:
Hay dos tipos de hombres, los que te lo comen, y los que no. Quédate con uno de los que si.
Dedicado en especial a mis petitas: Laia, Silvia, Lorena, Rebeca y Lourdes.
Y a todas las mujeres, ya que todas de una manera u otra hemos sido Bella.
Nos pasamos la vida esperando a que pase algo... y lo único que pasa es la vida.
Anónimo
Maldijo a Walt Disney (que en su gloria esté) y se preguntó como un Hombre podría haber
escrito tales cuentos infantiles. No le quedó otra opción que considerar que Walt Disney
era homosexual cosa con la que simpatizó, ya que Bella adoraba a los homosexuales.
Después del gran descubrimiento, y del gran despertar que había tenido cegada a Bella tantotiempo, decidió que lo mejor era no desesperarse y vivir la vida sin preocuparse del
futuro (que fácil era decirlo).
Una vez instalada, la belleza de Bella (válgase la redundancia) dejo atónito a su primo, y como se suele decir: “Cuanto más primo, más te la arrimo”, pues eso.
Como no, decidió marcharse de la estresante y ruidosa ciudad y se fue al pueblo donde vivíasu familia paterna, donde había pasado tantos, tantos veranos, tantos, tantos calimochos.
No se sabe muy bien lo que enamoró a Bella de ese ser pueblerino con bastoncillo en la
boca.
De echo científicos de todo el mundo se acercaron a observar tal acontecimiento y no
supieron encontrar una razón.
El primo de Bella, era como una Bestia, tenía pelos por todo el cuerpo, incluido una gran
manta en la espalda ideal para las noches de invierno. No olía demasiado bien, trabajaba enel campo con sus manos llenas de callos, y ordeñaba vacas.
Como diría el padre de Bella: “El hombre y el oso cuanto más peludo más hermoso”
Muchas almohadas empapadas de lagrimas las noches de soledad, muchas oportunidades a gente que no tocaríamos ni con un palo, muchos sapos besados...
Y así es como Bella encontró a su ansiado príncipe azul, no era como se lo había imaginado, ni siquiera como había planeado en sus sueños e imaginaciones, pero nunca más se planteó cambiarlo.
A veces nos pasamos la vida buscando algo, que simplemente cuando tiene que pasar pasa, y
casi siempre es cuando menos te lo esperas, o cuando has dejado de buscar.
Hoy en día no luchamos por nada, y perdemos mucho. Pues Bella luchó. Y Bella consiguió su
príncipe, bueno su Bestia... no podía ser de otra manera. :)
El príncipe de Bella era peludo como un orangután, pero tenía algo que valía oro, hacía
reír a Bella hasta llorar, la amaba con toda su alma, y con sus historias pueblerinas hacía
que pasaran las horas volando.
No sabemos si tuvieron hijos tontitos, como se suele decir, o quizás es una leyenda urbana que se inventaron las abuelas para que no se nos ocurriera acercarnos a nuestros primos...
Lo que si sabemos es que no todo fue de color de rosa, pero los dos lucharon siempre para
salir a flote.
The End.
Posdata:
Consejo de Bella:
Hay dos tipos de hombres, los que te lo comen y los que no. Quédate con uno de los que si.
Dedicado en especial a mis petitas: Laia, Silvia, Rebeca y Lourdes.
Y a todas las mujeres, ya que todas de una manera u otra hemos sido Bella.
“Nos pasamos la vida esperando a que pase algo... y lo único que pasa es la vida” Anónimo.
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